Quizás lo que más destaca de la planta libre es la facilidad para implementar distintas organizaciones. Aunque en este sistema es necesario contar con ciertas habilidades para encontrar mecanismos espaciales que permitan diferenciar las zonas en función de las necesidades. Pero, ¿qué es exactamente la planta libre? ¿Cuáles son sus características? Te lo contamos a continuación.
La planta libre, también denominada planta abierta, es aquella que cuenta con el menor número de subdivisiones posibles por lo que la estructura del edificio es independiente de los elementos que dividen el espacio, como particiones y tabiques. Al no tener una función estructural como los muros de carga, es posible organizar el espacio como se desee, sin necesidad de mantener una disposición concreta y ordenada.
Se trata de un concepto propio del movimiento moderno, y que ha sido muy utilizado por arquitectos como Le Corbusier o Ludwig Mies van der Rohe. Este movimiento de planta libre o planta abierta se debe a la utilización en arquitectura de acero y hormigón, pues estos materiales permiten diseñar las estructuras con pilares en vez de con muros de carga, permitiendo así la libre organización del espacio.
La planta estática da paso a la planta libre gracias a la flexibilidad del edificio moderno, que permite moldear las paredes divisorias interiores de la forma más estética. Las líneas irregulares, finas o curvas permiten organizar un espacio según se desee, dejando atrás las divisiones preestablecidas y conectando así zonas que antes no lo estarían. Por eso, no es extraño ver como se interconexionan espacios sin necesidad de paredes.
En definitiva, en la arquitectura de planta libre se aboga por la división de los espacios mediante el mobiliario, o bien se apuesta por una organización libre, sin ningún tipo de división. Además, es común que estas divisiones se realicen para que sean móviles, mediante elementos como los biombos o paneles, permitiendo así la modificación temporal de la estancia.
Existen dos corrientes espaciales que comparten la planta libre como base de organización en la arquitectura moderna, el funcionalismo y el movimiento orgánico. El primero cuenta con el arquitecto francés Le Courbusier como máximo exponente, y el movimiento orgánico, con Frank Lloyd Wrigth como representante. En lo que se refiere al funcionalismo, tal y como determina su nombre, la planta libre se establece con un fin práctico; mientras que el espacio orgánico busca liberar al hombre de los paradigmas ya establecidos.
Una de las grandes ventajas de las viviendas con planta libre es que éstas cuentan con más superficie útil disponible. Prácticamente un 10% del total de metros cuadrados de la vivienda se ocupa tradicionalmente con tabiques. Además, la flexibilidad en la distribución, la mejora de la luz natural o la eliminación de barreras arquitectónicas son sólo algunas de estas otras ventajas.
Si nos centramos en algunos ejemplos de este tipo de planta en arquitectura, independientemente de las corrientes, podremos encontrar no sólo espacios de vivienda sino también espacios de exposición, entre otros. Gracias a esta planta libre que evita las divisiones verticales, es posible distribuir el espacio y cambiarlo sin dificultades.
Estos son sólo algunos ejemplos de lo que significa la planta libre en arquitectura, pero estamos seguros de que ahora que sabes lo que implica, encontrarás muchos más en la arquitectura moderna.
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