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LAS CASAS-TALLER

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06-05-2021
Tags: Artículos

 Fotógrafo: © Pedro Kok Fuente: plataformaarquitectura

 

El pasado año 2020 ha significado un punto de inflexión en la forma de ver el trabajo. La mayoría de las personas, en la medida en que sus trabajos se lo permiten, se han visto obligadas a trasladar la oficina a sus hogares.

Y con ello, se ha presentado el problema de tener que desarrollar su actividad laboral desde el hogar a la par que se añaden los obstáculos que habitualmente se encuentran en las casas: ruido de los niños, distracciones, tareas domésticas, etc. 

Hoy te contamos qué se entiende por casas-taller y cuál ha sido su evolución a lo largo de la historia.

 

Evolución de las casas-taller

En la antigüedad, lo común era vivir cerca del trabajo. En la antigua Roma ya podemos observar esa clara relación, si nos fijamos en la domus romana que solo cuenta con una planta simétrica donde el tabilium era la habitación con mayor importancia, puesto que marcaba la segmentación entre las áreas propiamente públicas y las privadas, estando separadas por alas o corredores.

Por su lado, en la Edad Media, la casa típicamente burguesa combinaba la casa con el trabajo. Se distribuían de la siguiente manera: la planta principal, estaba destinada a la vivienda, pero podíamos encontrar también el taller del artesano. La parte de la casa, donde las personas comían, dormían o recibían visitas, era una única habitación.

Podemos mencionar también la tipología de palacio renacentista del siglo XVI, que tiene su origen en la ampliación de la casa medieval a la que se les añade un patio destinado a los cortesanos. La casa se organizaba alrededor de un patio, en la planta baja podíamos encontrar los comercios y en la primera planta la vivienda, donde conviven la familia dueña de la casa, sirvientes y empleados.

 

En el siglo XVII encontramos la casa burguesa, cuya principal diferencia es que crece en altura, hasta cuatro o cincos pisos. Sigue construyéndose en torno a un patio interior, donde los pisos bajos se destinan a espacios de trabajo y los más altos a la vivienda.

Con la industrialización, el trabajo se llevó a las fábricas y la casa dejó de ser el lugar de trabajo. A medida que los artesanos pasan a ser comerciantes, se comienzan a construir espacios de trabajo separados de las viviendas, lo que hace que los empleados tengan que buscar un lugar donde vivir.

Este hecho refleja la necesidad de convertir el hogar en un lugar independiente y especial, y en el siglo XIX se reafirma la ruptura total casa-taller, debido en gran parte al desarrollo industrial. Aparecen las grandes fábricas con miles de empleados.

 

En el siglo XX la casa moderna sigue estando separada del espacio de trabajo. Aparece la necesidad de personificar la vivienda y diferenciar los espacios para sacarles el máximo partido. 

Concretamente, en los años 90, gracias al desarrollo de la movilidad urbana, de las nuevas tecnologías y con ellas el ordenador personal, surgen una gran cantidad de ámbitos laborales y oficinas. Con la aparición de internet, se ha deslocalizado ese espacio, restando importancia a la presencialidad.

En la actualidad, la vivienda debe volver a convertirse en ese espacio flexible, permitiendo que los espacios se adapten a las necesidades de las personas. Aparecen novedosos espacios multifuncionales que acogen varios usos, consiguiendo una casa más adaptable y un paso más cerca de convertirse en casas-taller.

Fuente: despiertaymira

 

Las casas-taller en la actualidad

La globalización y digitalización de algunos perfiles profesionales, así como la aparición de nuevos empleos que se desarrollan entorno a Internet han hecho del teletrabajo una opción en tendencia.

Y esto nos llega en el mejor momento. Debido a la situación actual y la alerta sanitaria en la que nos encontramos, el teletrabajo ha supuesto el mejor método para que las personas no tengan que desplazarse a las oficinas donde se instalan los centros de trabajo y evitar, de esta forma, el contacto con otras personas y los desplazamientos diarios.

Vuelve a aparecer, por tanto, la necesidad de fusionar el lugar de trabajo con la vivienda y volver a las casas-taller. Las casas-taller hacen referencia a espacios destinados a la vivienda, en los que se desarrolla también una actividad profesional.

Pero, ¿están las viviendas preparadas para desarrollar actividades profesionales? ¿Cómo están respondiendo los hogares al hecho de convertir las viviendas en lugares de trabajo?

La realidad es que, según un estudio sobre confinamiento, vivienda y habitabilidad realizado en 2020, el 92% de los hogares declara tener como mínimo una persona teletrabajando o teleestudiando.

Aunque sería necesario profundizar en las particularidades o detalles de cada puesto de trabajo y su grado de adaptabilidad a los entornos, tener la necesidad de incluir el trabajo en la vivienda podría requerir la adopción de las siguientes medidas:

  • Revisar la normativa sobre obras nuevas o rehabilitaciones
  • Asegurar espacios  con equipamientos y suministros adecuados
  • Acordar con las empresas la inversión para estas cuestiones

Por último, es necesario tener en cuenta las políticas y normas acerca del teletrabajo, así como mejoras en la disposición de las ciudades y las zonas rurales, lo que permitirá la aparición de casas-taller lejos de los entornos urbanos. No sólo se produciría una mejor distribución de la población en las ciudades, sino también un éxodo hacia zonas rurales donde encontrar un mejor nivel de vida.

Máster de Arquitectura en Vivienda Colectiva 2021

El Máster de Arquitectura en Vivienda Colectiva (Master in Collective Housing) es un programa de postgrado internacional avanzado presentado por la Universidad Politécnica of Madrid (UPM) y el Swiss Federal Institute of Technology (ETH) de Zurich.

 

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